Licores Veracruz: Excepcional Cordobés
Hablar de ron es hablar de historia, de misticismo, de poesía.
El ron nace con la caña de azúcar, llega a nosotros desde la tierra, no es un producto casual. Es el resumen de siglos de viajes, la síntesis de miles de historias que han ido añadiendo sabiduría a un proceso que, aunque en la actualidad es una ciencia, parte de un acto creativo: el Maestro Ronero es un artista.
Todo artista retrata su entorno, y en Córdoba - tierra, exuberante y noble -, toma como materia prima la caña de azúcar, traída por los primeros europeos al descubrir América, y que en nuestra región encontró los elementos idóneos para su cultivo.
En Córdoba, clima y altura pareciera que se han confabulado, desde hace más de cuatrocientos años, para obsequiar las más delicadas notas a las bebidas producidas a partir de las mieles de la caña de azúcar.
El ron ha sido, a lo largo de la historia, bebida de nobles, de piratas, de soldados. Ha sido medicina, amuleto. Se ha regado en celebraciones y de muchos ha sido único consuelo. Ha dado la vuelta al mundo varias veces, cambiando su nombre, su color, escondiendo su origen. Es una leyenda que, líquida al fin, toma la forma y el nombre del recipiente que lo contiene: Ron Mocambo 20 Edición de Arte es arte total.